¡Incapacidad médica!

¿A quién demonios se le ocurrió y sobre todo decidió que las mujeres debemos de sufrir cólicos? ¡Esto es inaudito!

Señores diputados, que todo lo arreglan (sí, como no): cuando despierten de ese eterno dormir, por favor atiendan este problema de antaño y ahora sí, ¡hagan algo por nosotras! Va mi propuesta: Las mujeres deberíamos de tener incapacidad médica los 5 o 6 días que dura este odioso episodio mensual. Expongo mis argumentos: 

 · Regularmente, traemos un humor del demonio, que no alcanzamos a terminar el berrinche cuando las lágrimas salen a arruinarnos cualquier cosa, luego andamos eufóricas, luego cansadas, luego tristes, luego melancólicas, sensibles, hurañas y todo lo que seguro el novio/esposo, amigo, amiga, empleado, jefe, conductor y familia tienen que aguantar. 

· El cuerpo, con frecuencia, está hinchado y tenemos que buscar vestimenta especial: pantalones holgados para que la barriga que nos cargamos no se sienta «limitada», además, de preferencia negros –por si hay «accidentes»– ), las blusas que tampoco apretujen los senos sensibles, porque si no, el poco buen humor que queda se irá; un suéter adicional que pueda tapar si ocurriera una «ocurrencia». Nada puede resultar atractivo en estas condiciones, y sobre todo porque, por la más extraña situación, aparte de todo, el cabello, jamás, jamás se logra acomodar, tiene definida sus prioridades y toma las decisiones menos acertadas posibles. 

· El bolso que tratas de que combine con la ropa que ese día llevarás, aparte debe ser un instrumento de apoyo, ya que debe servir como «pañalera», y deben además de ocultar bien esas «cosas» para que nadie las pueda ver. Y debes de pensar cuántas «de las innombrables» deberás utilizar al día, y cómo le harás para llevarlas al baño sin que nadie se dé cuenta, y en todo momento mantenerlas ocultas para no incomodar.

· Para sumarle a los malestares, en esos días, las noches resultan sofocantes, no sé por qué demonio la temperatura del cuerpo cambia y el calor es ¡insufrible! Unos deseos enormes de tomar agua por la noche y la consecuente reacción de estar yendo al baño cada 15 minutos… Y el sueño: ¡bien, gracias! 

· Días previos a estos episodios la cara empieza a sufrir las injusticias divinas: la cara empieza llenarse de granitos, que aunque tu novio/esposo te diga que te ves divina, tú sabes que ese enorme grano en la nariz lo menos que te hace, es hacerte ver bien. 

· La incertidumbre es lo peor, cuando en medio de una reunión de trabajo sientes que es necesario ir al baño a «revisar» porque algo puede suceder y el día resulta angustiante. 

· No se pueden comer cosas muy condimentadas, de preferencia no picantes, de preferencia no ácidos, etcétera..., peor que comida de hospital, porque si no, te ocurre lo peor: ¡Los cólicos! El insoportable dolor que solo se puede calmar con otra locura de la vida: pastillas para los cólicos, como las famosas Sincol, que al menos a mí, me noquean: me dan muchísimo sueño y hacer que el día y los movimientos se sientan en cámara lenta. 

¡Pero eso no es todo! Lo peor es pensar que el mes próximo ocurrirá nuevamente lo mismo... ¡y por muuuchos años! 

Sexo débil, sexo débil… ¿De dónde sacaron eso? 

Incapacidad médica, ¡por favor!

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