¡Otro meta cumplida!
Y sigo con las confesiones: Sí, me siento intrépida al poder realizar algunas actividades que antes ni soñaba.
El 27 de septiembre de este año recorrí 80 kilómetros en bicicleta. Lo hice en 4 horas y 20 minutos. Sé que por mucho es un mal tiempo para los profesionales, pero para mí fue un gran logro, considerando que apenas tenía dos meses entrenando, deduciendo como usar los cambios y aprendiendo a bajar de ese extraño armatroste llamado bicicleta. ¡80 kilómetros es mucho! Y lo es más pensando que tiene un exagerado número de subidas.
Se que gran parte de esa fuerza tiene que ver con el deseo de romper límites, de exigirme más, pero también el impulso que te da la amistad, el compañerismo, el amor.
Dijeron que este año fue el último paseo ciclista Rosarito-Ensenada, aunque yo creo que no lo será. Dicen que lo dejarán de organizar porque bajar de 12,000 participantes a 8,000 es mucho. Yo lo que miré fue un mar de ciclistas, con el espíritu engrandecido al cruzar la marca de salida y la meta.
Miré como muchos se rendían antes de llegar a las subidas más difíciles, otros aunque se esforzaban decaían en el intento, pero muchos otros luchamos y lo logramos. Me siento orgullosa y eso me hace ser más feliz. Ese paseo es como la vida misma: uno debe decidir si se rinde o lo intenta nuevamente.
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